Artista/ponente
Otto Dix
Peintre, Graveur

Otto Dix
Peintre, Graveur
Nationalité allemande
Nacimiento: 1891, Untermhaus (Allemagne)
Defunción: 1969, Singen (République fédérale d'Allemagne)
© Adagp, Paris
Sus obras
Biografía
Otto Dix fue un pintor alemán que probó con un gran número de movimientos artísticos, desde el expresionismo hasta la Nueva Objetividad, pasando por un homenaje al gótico flamígero. Su gran interés por los cambios que se estaban produciendo en la sociedad alemana se refleja en toda su obra. Su aversión por la guerra y su crítica a la sociedad burguesa berlinesa lo convirtieron en un testigo ideal para comprender las vanguardias de los años 1920.
Otto Dix nació en el seno de una familia de clase trabajadora y se introdujo en el mundo del arte a través de un primo de su madre, el pintor Fritz Amann. Luego se formó en el taller de un decorador antes de trasladarse a Dresde, donde completó su aprendizaje en Bellas Artes. El artista, que sentía fascinación por las artes aplicadas, combinó una formación académica con el gusto por la sociedad que lo rodeaba.
Otto Dix comenzó a producir cuando estalló la Primera Guerra Mundial. Fue movilizado pero, paralelamente a su formación, retrató su vida cotidiana con una paleta viva, lo que lo acercó al movimiento expresionista alemán, que manifestaba una angustia existencial utilizando colores chillones y figuras desconcertadas. El tema de la guerra lo persiguió hasta el final de su vida, independientemente del estilo. En el tríptico La Guerre [La Guerra] (1929-1932, Galería Neue Meister, Dresde), regresó a la tradición gótica alemana y a su atracción por las pinturas de los grandes maestros alemanes, como Lucas Cranach y Alberto Durero, para presentar la guerra en toda su crudeza. En Erinnerungen an die Spiegelsäle von Brüssel [Recuerdos de la galería de los espejos de Bruselas] (1920), Dix evocaba referencias al movimiento dadaísta al tiempo que jugaba con las texturas, evocando los collages. Los señores de la guerra fueron representados como marionetas desarticuladas, con un trazo que prefiguraba el del movimiento de la Nueva Objetividad.
Fue en este movimiento de la Neue Sachlichkeit en el que Dix se distinguiría hasta el final de su vida. De este modo, se opuso formalmente a la abstracción que constituía el núcleo de la obra de sus contemporáneos de la época y expuso la realidad de la sociedad tal y como él la veía. Su enigmático Bildnis der Journalistin Sylvia von Harden [Retrato de Sylvia von Harden] de 1926, es uno de los ejemplos más emblemáticos de este movimiento artístico. En este cuadro, Otto Dix retrata a una periodista que luce un corte de pelo «à la garçonne» (corto como un chico). Sylvia von Harden figura representada en una actitud poco femenina, según los cánones dominantes de la época: ella ejerce una función intelectual y posa despreocupadamente, con un cigarrillo en la mano y una media bajada, sola en un café. Se convierte entonces en un símbolo de emancipación, que Dix representa sin complacencia.
Cuando los nazis llegaron al poder en 1933, el arte de Dix fue vilipendiado. Sus obras se mostraron en la exposición «Arte degenerado» celebrada en Múnich en 1937. Se le acusó de producir un arte vanguardista demasiado alejado de los cánones clásicos, tal y como propugnaba el régimen actual. Después de ser internado en Alsacia en 1945, continuó pintando a pesar de las condiciones de internamiento.
Tras la Segunda Guerra Mundial, su obra cayó gradualmente en el olvido, ya que la sociedad alemana prefería la abstracción a la figuración. El artista luchó por renovarse, pero fue nombrado Comendador de la Orden del Mérito de la RFA en 1959. En 1972, tres años después de su muerte a los 68 años, se inauguró su primera retrospectiva francesa en el Museo de Arte Moderno.