Artista/ponente
Christian Boltanski
Plasticien, Vidéaste

Christian Boltanski
Plasticien, Vidéaste
Nationalité française
Nacimiento: 1944, Paris (France)
Defunción: 2021, Paris (France)
© Adagp, Paris
Biografía
En su obra, Christian Boltanski aúna la historia de la humanidad y la de su propia vida, en la que el elemento autobiográfico mezcla fácilmente realidad y ficción. De este modo, pretende combatir la finitud y el olvido, dominar el tiempo y la muerte. El Centre Pompidou organizó su primera retrospectiva en 1984, así como la última gran exposición en vida del artista, «Hacer su tiempo», en 2019-2020.
Los inicios de Christian Boltanski en el arte estuvieron marcados por una práctica de la pintura entre 1957 y 1968 (La Chambre ovale [La sala oval], 1967), y después por la realización de cortometrajes de inspiración expresionista (L'Homme qui tousse [El hombre que tose], 1969). En 1969, comenzó a trabajar en reconstrucciones de elementos de su infancia utilizando pequeños objetos improvisados. A continuación, amplió su investigación sobre su identidad a la historia colectiva. L’Album de la famille D. [El álbum de la familia D.] se presentó en la Documenta 5 de Cassel en 1972, donde Boltanski expuso en la sección «Mitologías individuales». En 1974, inventó un personaje de payaso al que dio su nombre y que le permitió continuar sus recopilaciones biográficas en un tono satírico (Saynètes comiques [Sainetes cómicos], 1974). El artista siguió explorando los códigos asociados a la fotografía con Les Images modèles [Las imágenes modelo] (1975), una serie con la que cuestionó el gusto, los estereotipos culturales y la imagen de la felicidad.
Su descubrimiento en 1983 de la obra del dramaturgo polaco Tadeusz Kantor, con quien compartía el interés por las figuras alegóricas y el tema de la muerte, lo llevó a centrar su práctica en la ocupación del espacio. Así creó sus inquietantes Théâtres d’ombres [Teatros de sombras] (1984-1997) con marionetas improvisadas. El artista siguió incluyendo la luz en sus obras con los Monuments [Monumentos], que combinan retratos fotográficos ampliados con bombillas y cables. En 1986, amplió esta experiencia a toda una exposición en la capilla de la Salpêtrière, que tituló «Lecciones de tinieblas». El público se zambullía en la oscuridad, con las obras de arte como única luz. Este proyecto marcó un punto de inflexión en su carrera. Ahora prefería los espacios no museísticos, las instalaciones in situ y los temas de la religión, el judaísmo y la conmemoración. A finales de la década de 1980, Boltanski creó grandes entornos como los Archives [Archivos], formados por cientos de fotografías de rostros instaladas en rejillas de almacenamiento, o las Réserves [Reservas], miles de prendas de vestir amontonadas en las paredes o en el suelo. Para simbolizar los horrores de la historia, estas obras definieron una memoria compartida por todos.
Desde 1998, Boltanski concibió sus exposiciones como obras en sí mismas, en las que se invitaba al público a participar en eventos visuales, musicales y teatrales. Su arte se volvió cada vez más inmaterial, universal y utópico, como los Archives du cœur [Archivos del corazón], formados por grabaciones de unos 70 000 latidos, conservados en la isla de Teshima, en Japón, desde 2008. La desaparición se convirtió en el tema principal de su obra, tanto con sus intentos de grabación autobiográfica (La Vie impossible de C.B. [La vida imposible de C.B.], 2001) como con sus instalaciones efímeras a gran escala. Para Personnes [Personas] en la Monumenta de París, saturó el espacio del Grand Palais con miles de prendas, que una grúa extrajo al azar, simbolizando el azaroso destino de la humanidad. A partir de 2008, creó proyectos en lugares remotos. En el desierto de Atacama, en Chile, o en la isla de Orleans, en Quebec, filmó cientos de palos coronados por campanas japonesas que rendían homenaje a los muertos (Animitas, 2014). Misterios (2017) se concibió en la Patagonia, donde el artista instaló un dispositivo para amplificar el sonido emitido por las ballenas. El tema común de las últimas obras de Boltanski fue la eternidad.